Coloca las dos tazas de la pulpa de zanahoria restante del zumo en la bandeja del deshidratador.
Ajusta la temperatura del deshidratador a 125 F o 135 F / 52 C o 57 C.
Deshidratar por 12 horas aproximadamente o hasta que estén crujientes y secas. Esto va a depender de qué tan húmedo sea el ambiente y si las zanahorias provienen directamente del zumo o del congelador.
Una vez deshidratadas, vierte las zanahorias en un molinillo de café o en una licuadora de alta velocidad y muele por unos segundos hasta que se pulverice.
El polvo de zanahoria lo puedes usar como condimento en las sopas, agregar en las ensaladas o en la vinagreta y también funciona como un colorante natural.