No es solo aprender de las nuevas tendencias en comida saludable, comprar todos los utensilios que salen al mercado y comprar todos esos maravillosos vegetales. También es importante saber cómo usarlos y planificar antes de comprar.
Cuando comenzamos a aprender acerca de cómo llevar una dieta sana, nuestro primer impulso es comprar todo lo que recomiendan los expertos. Hasta tal punto que compramos comida que no tenemos ni idea como incorporarla en nuestra dieta y como resultado la mayoría se echan a perder. Por ejemplo, recuerdo que lo primero que compré fue espirulina y cuando la probé por primera vez en un batido, el sabor fue totalmente desagradable, así que se quedó en la nevera hasta que caducó. Igualmente me pasó cuando fuí por primera vez a un mercado de agricultores (Farmer Market), todo lucía tan apetitoso y fresco que fué imposible dejar de comprarlo todo.
Antes de gastar más de lo que nuestro presupuesto nos permite estas recomendaciones sencillas y fáciles de seguir nos pueden ayudar a cumplir nuestra meta hacia una vida más saludable y sin más desperdicios.
- Comprar un vegetal nuevo cada semana. Una vez que ya sabemos cómo usarlo, donde, cuando y cuáles son las cantidades que necesitamos diarias, ya estamos listos para nuestra próxima compra. Podemos empezar por las llamadas super verduras: Kale, Bimi, Hojas de diente de León, Acelga colorida y Bok Choy.
- Lavar, secar y cortar los vegetales cuando los compremos, de esta manera aseguramos que los vamos a comer durante la semana cuando estemos muy ocupados.
- Cuando vayamos de compra a un auto mercado, intentar ir con una lista de compras dividida por departamentos. Así evitamos navegar por todo el mercado y comprar de más.
- Comprar unos envases para condimentos con tapas y organizar tu propio salad bar para la semana.
- Utilizar las conchas y restos de los vegetales que solemos desechar para hacer un caldo de vegetales. Esta es una nueva tendencia, muy útil, económica y además recibimos todos los nutrientes sin desperdicios. El único problema, es que tienen que ser orgánicos, ya que la mayoría de los pesticidas se almacenan en las conchas.
- Comprar un superalimento a la vez, especialmente porque suelen ser muy costosos. Cuando ya formen parte de nuestra dieta diaria, podemos comprar otro. Solo hay que tomar en cuenta que siempre es mejor rotarlos, así recibimos una gama amplia de nutrientes. Algunas sugerencias para empezar: Semilla de Chía, Semillas de Cáñamo (Hemp), Semillas de Linaza, Maca en polvo, Camu-Camu y Polen de Abeja.
- Ir incorporando nuevas especies. Estas son la clave para cambiar completamente el sabor de nuestras comidas. Primero compramos cantidades pequeñas orgánicas* y cuando estemos más familiarizados, compramos en mayores cantidades.
- Empezar por los utensilios más básicos y poco a poco ir comprando los otros. Algunas sugerencias: una bolsa para hacer leche vegetal, un espiralizer, una vaporera de Alimentos y una licuadora de alta velocidad (la licuadora Nutribullet, es una buena opción al inicio).
Una vez familiarizado y conozcas el gran abanico de posibilidades que nos ofrece una comida saludable. Verás como cada comida será diferente. La combinación, los colores, los sabores todo va a ir cambiando de acuerdo a la estación y a la semana.
